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4 Pasos hacia la Excelencia Parte 2

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La semana pasada vimos los dos primeros pasos, ¿te acuerdas? El primero es la incompetencia inconsciente, son los que “no saben que no saben” o mejor aún, “no saben que no pueden”, es decir son incompetentes y además, sin ignorantes. Por algo Albert Einstein decía: “todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas”. De alguna manera, todos caemos en esta primera categoría, aplicada a muchas áreas del conocimiento. Son más las áreas que no sabemos que aquellas que sí conocemos.

 

El segundo paso es la incompetencia consciente, es decir, “sabemos que no sabemos” o mejor aún, “sabemos que no podemos”. Es la plataforma para iniciar nuestro camino a la excelencia: nos queda claro que la disciplina que nos interesa no la conocemos a fondo. Un buen diagnóstico o la retroalimentación que nos brinda un conocedor del tema es la forma como nos enteramos del grado de competencia que tenemos. Si queremos aprender un idioma o una tecnología que no conocemos, no queda más remedio que iniciar con una evaluación diagnóstica.

 

EL PASO NO. 3 COMPETENCIA CONSCIENTE. En este paso “sabemos que sabemos” o mejor aún, “sabemos que podemos”, es decir, tenemos claro que sí podemos, que somos competentes para llevar a cabo las tareas de nuestra especialidad.

 

En una ocasión asistí a un concierto de piano en la sala Ollín Yoliztli, el concertista tocó bien, sin duda, se apegó al 100 % a la partitura, mereció la cascada de aplausos que le brindamos, pero yo salí insatisfecho. Lo mismo me pasó en un concierto de arias operísticas con el gran Franco Corelli, sin duda, las cantó perfectamente, sin desentonar, pero no me satisfizo.

 

En ambos casos no llegaron al corazón, no me produjeron ninguna emoción. El pianista era demasiado joven y estaba en la etapa de demostrar que sí podía ejecutar profesionalmente. Franco estaba con “miedo a la altura” de la Ciudad de México, así comentó en una de sus entrevistas, es decir, no se entregó al cantar, lo hizo con mesura.

 

En este tercer paso tenemos la necesidad de avanzar consistentemente. Cuando hablamos de competencia, nunca es suficiente lo que ya sepamos o podamos hacer, es preciso continuar preparándonos, tenemos que esforzarnos por rebasar las 10,000 horas de dedicación.

 

Un contador público que conozco era competente en su materia, sin embargo, me admiraba que tomaba cuanto curso aparecía sobre impuestos y actualizaciones en su especialidad. Un día me sorprendió porque ya estaba tomando un tercer curso de Excel, la herramienta de la suite de Office. Él había descubierto que dominando esta herramienta se ahorraba mucho tiempo.

 

EL PASO NO. 4 COMPETENCIA INCONSCIENTE. En este nivel “no sabemos que sabemos” o mejor aún, “no sabemos que podemos” actuamos con extrema confianza en nosotros mismos, sin ponernos a pensar cómo le hacemos. Es tan avanzado el dominio de nuestra especialidad que actuamos por impulso, sin la necesidad de recurrir a un pensamiento consciente. Un buen ejemplo es el de quienes dominan un idioma extranjero, digamos el inglés. Estas personas ya no piensan en su idioma nativo lo que tienen que decir, simplemente hablan en su nuevo idioma y ya.

 

Se dice que a Winston Churchill lo detuvieron varios reporteros para entrevistarlo y uno le preguntó: “¿Cuánto tiempo necesita usted para preparar un discurso?”. Él contestó: “Depende de su duración”. ¿Si es de tres minutos? Churchill dijo: “necesito unas tres semanas”. El periodista agregó, ¿y si el discurso es de tres horas? Churchill contestó: “pues, si quiere, ahora mismo empiezo”. Éste es un ejemplo de dominio absoluto sobre la materia y de su preocupación por la excelencia, porque si solo cuenta con tres minutos, tienen que preparar muy bien su discurso.

 

En el futbol americano vemos el caso de un Tom Brady, que no necesita sacar un metro para saber a qué distancia debe lanzar el ovoide, simplemente lo lanza y ya. Su intuición y experiencia le ha dado un dominio que le permite calcular la fuerza con que debe lanzar el balón. No significa que nunca se equivoca, pero su porcentaje de acierto frente a las fallas lo colocan como un gran QB del Equipo de los Patriotas de Nueva Inglaterra.

 

Concluyendo, tenemos que recorrer el camino para llegar a la excelencia, quienes nacen sobredotados en alguna especialidad suelen menospreciar el don maravilloso que han recibido. Lo correcto es contar con alguna base susceptible de ser desarrollada y a partir de allí lanzarnos a un esfuerzo consciente por mejorar nuestra capacidad hasta poder desempeñarnos al máximo nivel.

 

Te invito a ver el cuadro adjunto para que tengas una mejor idea de los 4 pasos. Por favor, reflexiona al respecto y trázate una ruta hacia el dominio de la especialidad en que te desenvuelves.


 

¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

 

RECUERDA: NADA CAMBIA HASTA QUE ALGUIEN TOMA LA INICIATIVA Y ÉSE ES… UN LÍDER. ¿ACASO ERES TÚ? EMPÉNATE EN LLEGAR A LA EXCELENCIA EN AQUELLO QUE HACES, NO TE QUEDES EN EL SEGUNDO O TERCER PASO.

 

 

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