¿Funcionaría la Dupla Aguirre-Jimmy Lozano?
Jul 17, 2024
Foto: https://www.somospumas.com.mx/noticias-de-pumas/la-humillacion-que-plantean-para-jaime-lozano-el-culpable-javier-aguirre-20240710-12490.html
¡HOLA! Te doy la más cordial bienvenida a mi blog. Alfredo Esponda te saluda. Gracias por estar aquí. Te ofrezco una reflexión sobre el liderazgo “reductor-multiplicador”.
Hay muchas dudas sobre el liderazgo de Jaime Lozano al frente de la Selección Mexicana de futbol. Para solucionarlo se le ofreció que le pondrían al lado al vasco Javier Aguirre. No lo aceptó. Ahora se habla de lo contrario, de que Javier tome la batuta y el Jimmy esté a su lado para aprender. Prefirió renunciar. Se desconoce el valor de un tutorial en la cancha.
Por lo pronto, hay que reconocer que a Jaime se le brindó todo el apoyo y no logró obtener los resultados deseados, especialmente, avanzar en la Copa América. Venezuela y Ecuador resultaron mejores ante nosotros. ¿Entonces, qué hacer? Esperar a que madure Jaime no es opción. La Copa Mundial para el 2026 está cerca y somos anfitriones, no podemos fallar.
Debemos aceptar, humildemente, que no contamos con materia prima para lucirnos en un mundial. Cuando exportamos jugadores a Europa a las primeras de cambio son sentados en la banca y, difícilmente, se convierten en titulares. La solución es contar con un entrenador que diseñe un sistema de juego que funcione. ¿Quién? Que no sea argentino, por favor. Aunque, los finalistas en la Copa América son dirigidos por entrenadores argentinos: Colombia, Argentina y Uruguay.
En la Conmebol Copa América 2024 nos dieron un buen ejemplo Canadá, Venezuela y Ecuador. No así Estados Unidos que también se le vio muy mal y fue eliminado, al igual que la selección mexicana.
¿Qué esperanzas nos da Javier Aguirre? Son dudosas. Ya ha dirigido a la selección mexicana en distintas oportunidades y no ha conseguido nada espectacular. En España ha dirigido a seis equipos y tampoco. ¿Por qué no ha logrado permanecer en un mismo equipo? Sin duda, tiene problemas de liderazgo. Su estilo no ha funcionado, ¿funcionará ahora? ¿Permitirá a Lozano aprender algo? Y, si se encariña con el puesto, ¿aspirará a quedarse para el mundial 2030? En ese caso, en lugar de engrandecer al Jimmy, lo bloqueará usando el estilo reductor.
Como no he tenido la oportunidad de trabajar cerca de Javier Aguirre, entramos al terreno de la especulación. Es probable que tenga un estilo de “liderazgo reductor”. Recordemos que esta clasificación “reductor vs multiplicador” está en línea con las enseñanzas de Liz Wiseman, que nos comparte sus ideas en el recomendable libro “Multiplicadores” editado por Conecta.
Liz nos habla de un caso, “el líder dinámico y carismático que exuda energía; siempre está involucrado y siempre tiene algo que decir. Es el tipo de gente que cree que su energía es contagiosa. Estos líderes son agotadores, pues extraen energía, en lugar de inyectarla”. A veces las peroratas de los líderes en lugar de entusiasmar confunden y desesperan a su gente. No logran extraer lo mejor de su equipo, aunque su intención es lograrlo.
Lo importante es la consecuencia de ese estilo entusiasta y vigoroso. La gente se siente apabullada y acaba cerrando sus oídos a lo que oye, pero no escucha, se limita a mover la cabeza asintiendo a todo lo que dice el líder.
Lo que esperamos de un líder es que trace un sistema de juego, o de trabajo en el caso laboral. En este sentido, el líder que proporciona muchas ideas y directrices tiene que asegurarse que todo lo que dice está enmarcado en un mismo sistema, de lo contrario, aburre y ocasiona oídos sordos.
Recuerdo que tuve una gran secretaria llamada Amada. Un día, le pedí que me transcribiera un dictado largo. Era urgente y yo estaba desesperado. Estaba al lado de Amada, casi queriendo escribir en la máquina lo que ella estaba haciendo. De repente paró. Me miró fijamente y me dijo ¿por qué no me permite trabajar sola? En ese caso, yo estaba actuando como un jefe reductor y no me daba cuenta.
En casos parecidos, un líder que avienta ideas sin ton ni son acaba obteniendo lo contrario a lo que desea. Cualquier tipo de presión estorba y no contribuye a los objetivos. Hay que aprender a dejar espacios. Hacer preguntas y esperar respuestas de los colaboradores, en el juego, habría que preguntar y escuchar atentamente los puntos de vista de los jugadores. Ellos también piensan y quieren que sus opiniones sean escuchadas y respetadas.
Un director técnico que acomoda a sus jugadores según sus conocimientos no logra el mejor funcionamiento del equipo. Es necesario preguntarles en qué posición juegan mejor y, a partir de allí, acomodarlos y desarrollarlos. Exagerar el apoyo y las directrices estorba. El exceso de entusiasmo no contagia, abruma. Los directores técnicos que fuerzan a todos sus jugadores a desempeñarse en diversas posiciones acaban obteniendo lo contrario de lo que desean.
“La energía no es contagiosa, pero la actitud y la confianza en otros sí lo es”. Un director técnico en el futbol tiene que aplicar los principios básicos del liderazgo y no confiarse en su experiencia. A veces, nuestros juicios acerca de lo que hacemos son traicioneros. Acabamos pensando que nuestro estilo funciona bien.
Confrontemos lo que vemos en la televisión del estilo de Pep Guardiola con el de Carlo Angelotti. Mientras el primero es entusiasta y está todo el tiempo de juego gritando y manoteando, en cambio, Carlo está tranquilo, pendiente de todas las jugadas y los jugadores. Ambos son muy exitosos. Pero ¿con cuál estilo se sentirán más a gusto los jugadores? ¿cuál estilo permite mayor crecimiento y aprendizaje?
Te invito a reflexionar ¿estás consciente de las consecuencias de tus directrices? ¿cuidas en no caer en el liderazgo reductor? ¿escuchas lo suficiente? ¿crees de verdad en sus capacidades y en el valor de sus opiniones?
¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!
LIZ WISEMAN: Ciertos líderes bien intencionados terminan teniendo un impacto reductor en la gente que los rodea.
[email protected]
P.D. Te invito a suscribirte al Blog (gratis y sin compromiso).
Autor
