Inteligencia Artificial vs Inteligencia Emocional
Jan 15, 2025
Ahora platicaremos la conveniencia de adoptar (pero en serio) alguna de las dos inteligencias o ambas. Es preciso aclarar que implantar un programa de inteligencia artificial (IA) no es comerse una pera en dulce, tiene mucho trabajo por hacer.
Una cosa muy sencilla, pero útil y práctica, es suscribirse a Chat GPT para hacerle preguntas y capitalizar sus respuestas, por lo demás, increíbles. Otra es aplicar la inteligencia artificial en una empresa, donde se requiere ir al motor de la IA.
El motor de la IA, me contesta mi WhatsApp de Meta, “es el conjunto de algoritmos y técnicas que permiten a una máquina aprender y tomar decisiones basadas en datos” Como se ve no parece nada fácil de aplicar, porque esto involucra “motores basados en reglas, los basados en machine learning (aprendizaje automático) o los basados en redes neuronales”.
En este sentido la IA es útil porque permite automatizar tareas repetitivas y de esas, hay muchas en todas las empresas. Por eso se habla del riesgo que corren trabajadores que tienen trabajos rutinarios donde se aplica muy poco la inteligencia humana (IH).
En toda tarea compleja como la contabilidad de las empresas, hay mucho de trabajo rutinario y por tanto, susceptible de ser automatizado. Lo mismo pasa con las ventas, donde por medio de las redes sociales, es posible difundir las nuevas creaciones de las empresas y provocar al cliente para que él llame solicitando el servicio ofrecido.
Imagínate a los miles de vendedores de los laboratorios farmacéuticos que pueden ser desplazados, porque únicamente se requerirían aquellos que van a hacer demostraciones acostumbradas en los consultorios de los doctores, tal vez, con un tercio de los vendedores actuales sería suficiente.
En principio, todo aparenta que nos limitaremos al amplio espectro de ofertas de GenGPT en las distintas marcas como Google Cloud, Microsoft Azure, Amazon SageMaker, Whatsapp AI, Open AI, muchas más que irán saliendo. Déjate conquistar por ellas, porque están necesitadas de atención de tu parte. Ahorita son gratuitas, una vez consolidadas ya verás los precios.
En síntesis, necesitamos aplicar la inteligencia artificial cuando menos preguntándole y obteniendo respuestas muy amplias a nuestras dudas e inquietudes intelectuales. La incorporación a la inteligencia artificial es imprescindible e inaplazable.
Ahora bien, ¿qué pasa con la inteligencia emocional (IE)? Si después de 30 años en boga todavía no te has documentado, déjame decirte que es preocupante tu caso.
Las dos inteligencias IA y IE no son sustitutos de la inteligencia humana (IH), son sus complementos, son herramientas para que la IH se desempeñe mucho mejor.
Hace 30 años Daniel Goleman se convirtió en el principal divulgador de la IE al publicar su libro “LA INTELIGENCIA EMOCIONAL, por qué es más importante que el cociente intelectual”
Este libro fue toda una revolución para impulsar las habilidades blandas (soft skills) en la formación de las personas. Son herramientas conceptuales que nos permiten ser más habilidosos en las relaciones sociales. Seguramente has tenido alguna experiencia con la tía que en las reuniones familiares siempre dice algo inapropiado que molesta a los demás, o el amigo que en toda reunión social dice algo irritante que ofende a alguien y que genera una cascada de carcajadas. Todos se ríen, menos el afectado, que por supuesto, lo siente como agresión y nunca lo olvida, nada más espera el momento para desquitarse. Así echamos a perder el buen clima social. Estos amigos son los amos de la ironía y el sarcasmo, ni hablar del bulling.
Un caso notable es el de Donald Trump que invita a su residencia al primer ministro de Canadá y después divulga, en tono burlón, que platicó con él la posibilidad de convertir a esa nación en el estado No. 51 de la unión americana o en el caso de México presumía que dobló al presidente López Obrador y a su emisario, Marcelo Ebrard, para que pusieran 50,000 soldados en la frontera sur para impedir el acceso de migrantes a los Estados Unidos. El presidente Trump es un claro ejemplo de quien no controla sus impulsos, ni sus ocurrencias. Afirma que esa es su estrategia de negociación, primero amenazar y luego rebajar amenazas.
Se cuenta el caso de un grupo de siete amigos que solían ir al mismo restaurant que tenía un chef chino. Uno de los amigos identificó al chef y siempre le contaba un chiste de chinos. Cada vez este amigo (Miguel Ángel) siempre encontraba la manera de molestar al chinito. Después de un tiempo, los amigos lograron que Miguel Ángel entrara en razón y se disculpara con el chinito. Cuando llamaron al chef y consiguieron que Miguel Ángel se disculpara de viva voz, el chino le respondió “entonces, yo ya no escupil tu sopa”.
La IE nos enseña a regular nuestras emociones y a comprender las emociones de los demás, permitiendo ser empático con la gente que tratamos, nos enseña a expresar nuestros sentimientos de una manera más respetuosa, facilitando así un mejor manejo de la solución de conflictos.
El manejo de las relaciones interpersonales en las empresas es de una importancia crucial para mantener un clima laboral que facilite la interacción entre trabajadores en aras del trabajo productivo y eficiente.
El Dr. Daniel Goleman expresa en su nuevo libro “OPTIMAL, cómo alcanzar la excelencia personal y laboral todos los días” que la inteligencia emocional se puede aprender y perfeccionar a lo largo de los años, mientras que el cociente intelectual no. Si tenemos un rango de 90 a 100, o de 120 a 130, allí nos quedaremos toda la vida, siempre será el mismo, en cambio, con la IE podemos entrar en un ascenso continuo interminable.
Goleman menciona que, si tú tienes un título de licenciado, máster o doctor, lo más probable es que otros también lo tengan, entonces, lo que te dará una ventaja competitiva es qué tan hábil eres en tus relaciones sociales, en especial, si eres líder de un grupo. “Los mejores líderes se manejan a sí mismos, antes que a los demás. Son más efectivos”. A los líderes con inteligencia emocional se les recuerda gratamente a lo largo del tiempo.
¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!
SOREN KIERKEGARD: La puerta de la felicidad siempre se abre hacia fuera.
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