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La Práctica hace al Mediocre

May 15, 2024
Virtuosum
La Práctica hace al Mediocre
7:25
 

Foto: Imagen de Freepick

 

¡HOLA! Bienvenid(@) al blog de MIÉRCOLES DE LIDERAZGO. Te saluda Alfredo Esponda. Te doy las gracias por estar aquí. Te ofrezco una breve reflexión acerca del peligro de la práctica.

 

Ya sé que tú estarás pensando en la frase acostumbrada “la práctica hace al maestro”, pero hoy quiero ofrecerte reflexiones acerca de lo grave que es practicar en exceso, sin lineamientos y sin tutor que te retroalimente.

 

El día 4 de mayo del 2024 se enfrentaron en Las Vegas dos grandes peleadores mexicanos, Saúl “Canelo” Álvarez y Jaime Munguía. Ambos con registros admirables. Mientras uno tenía el campeonato de 4 divisiones de supermedianos, Jaime Munguía tenía el récord de estar invicto en 43 peleas, de las cuales 34 habían sido nocauts, además, 6 años más joven.

 

Debo confesar que mis preferencias estaban con Jaime Munguía. Le había visto tres peleas antes donde salió triunfante por nocaut. Lo más relevante es que enfrentó a un mismo contrincante, John Ryder, que el Canelo ganó por decisión, mientras que Jaime sí lo noqueó.

 

Antes de la pelea leí comentarios de cronistas expertos de boxeo. Todos a favor de Canelo. Pero en particular, me gustó la opinión de David Faitelson: “Un boxeador sin defensa como Munguía, es un peleador endeble…creo que tiene defectos de nacimiento boxístico, no veo cómo Munguía pueda corregir eso, no sabe defenderse de origen, creo que tiene esa deficiencia”.

 

Munguía, tal vez consciente de esto, ha pasado por muchos entrenadores. El último, Freddie Roach, célebre porque ha entrenado a varios campeones mundiales, el más famoso de ellos, Manny “Pacman” Pacquiao. Antes de la pelea declaró: “Dicen que Jaime no sabe defenderse, pero no es así y trabajamos a diario ese punto, Jaime es un peleador completo”.

 

Éste es mi punto, si Munguía “no sabe defenderse de origen”, un año con Roach no es suficiente, cuando se ha aplicado “la repetición” tanto tiempo, pues en ese nivel allí se quedó y desaprender sus “defectos de nacimiento boxístico” le tomará mucho tiempo, pero no es fácil. Faitelson expresa mi tesis de este comentario: “…no veo cómo Munguía pueda corregir eso”. Lo veremos más adelante.

 

Pasemos a otro punto. En México carecemos de buenos jugadores de futbol (insisto, sin acento). Cuando logramos que un jugador se vaya a equipos europeos acaban estando en el banquillo, son de reemplazo, raras veces son titulares.

 

¿Cómo es posible que no tengamos buenos jugadores cuando vemos que el futbol se practica en todo el país? Los fines de semana en cualquier lugar que vayamos a pasear vemos canchas de futbol con jugadores llaneros apasionados que corren tras la bola sin cesar.

 

En contraste, Argentina y Brasil logran enriquecer su balanza de pagos por los excelentes jugadores y directores técnicos bien pagados que mandan al extranjero. México los recibe con pagos exagerados, no siempre bien desquitados.

 

Durante muchos años México fue el gigante de Concacaf. Reinábamos sobre Norteamérica y Centroamérica. Ahora en 2024 nos superan Estados Unidos, Canadá y nos cuesta trabajo ganarle a Panamá y Jamaica. Ellos se han superado, nosotros no.

 

Mientras los muchachos sigan empeñados en jugar a lo “llanero”, más repeticiones harán. Después será más difícil desaprender los vicios adquiridos. El mal juego se asimila y cuesta mucho esfuerzo y tiempo olvidar lo que se aprendió con defectos. La actuación defectuosa se perpetúa.

 

En virtud de que mi intención es convencerte de que la práctica hace al mediocre, me apoyaré en las ideas de un neurocientífico reconocido, Joe Dispenza.

 

“Las células nerviosas que se activan juntas se conectan juntas. Si activas repetidamente las mismas células nerviosas, cada vez que se activen les resultará más fácil hacerlo al unísono de nuevo. Estas neuronas acaban desarrollando una relación duradera. Con el paso del tiempo, comienzas a pensar y actuar de la misma forma de siempre”. Esto significa que mientras más juegues de una determinada manera, así te quedarás, jugando igual.

 

Volviendo a Faitelson “no veo cómo Jaime pueda corregir eso”. Entonces, ¿qué debemos hacer? No sólo en box o en el futbol, sino todo en nuestra vida. Podemos romper con nuestras rutinas y liberarnos, aprendiendo nuevas habilidades, pensamientos y sentimientos.

 

Nos dice Dispenza “la buena noticia es que como tú lo has creado, también puedes decidir salir de él”. “El aprendizaje consiste en crear conexiones sinápticas. Los nuevos conocimientos y las instrucciones prácticas ayudan al cuerpo a adquirir una nueva experiencia que enriquece al cerebro, cuando, además, prestamos atención y repetimos la nueva habilidad adquirida una y otra vez, nuestro cerebro cambia”.

 

Nuestros grandes entrenadores de box como Lupe Sánchez, el Cuyo Hernández, Pancho Rosales, Javier Beristain y muchos otros tomaban a sus pupilos desde muy jovencitos y lograban hacerlos campeones mundiales. No tenían que desaprender nada. Los peleadores que cambian constantemente de entrenador no valoran lo que éstos pueden hacer por ellos.

 

En futbol observamos a un gran maestro, Pep Guardiola que aprendió de Johan Cruyf. De esas experiencias derivó toda una filosofía de juego, sin descontar el talento natural que ha tenido. Desde sus tiempos de jugador se le apreciaba un gran interés en mover a sus compañeros y decirles cómo debían actuar. Era un segundo entrenador, pero en el campo.

 

Guardiola se define a sí mismo por su alta presión al rival, la posesión constante del balón, el juego de ataque, la solidaridad defensiva y la apuesta por los canteranos. Le gusta desarrollar jóvenes para que aprendan su estilo de juego desde sus primeras experiencias.

 

En síntesis, la práctica hace al maestro, sólo bajo una condición: la instrucción cuidadosa y la retroalimentación constante de un buen tutor. Saber, escuchar, actuar, retroalimentar y repetir, hasta perfeccionar. Sólo así se construye una espiral de constante superación.

 


¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

 

JOE DISPENZA: Céntrate en lo que necesitas comprender para cambiar.

 

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