Sin Pymes la Economía Muere
Apr 03, 2024
¡HOLA! Te doy la más cálida bienvenida a mi blog. Soy Alfredo Esponda y te agradezco que estés aquí. Te ofrezco un espacio para repensar un tema: las PYMES.
Hace algunos años, durante mis labores de consultoría, solía visitar muchas empresas y entre ellas abundaban las PYMES. Encontré varios casos exitosos y muchos verdaderamente desafortunados que me hacían llorar. Veía la quiebra y el desempleo antes de que ocurriera. Sufría al percibir sus angustias y temores, causados por una incompetencia no reconocida.
En una ocasión iba caminando con tranquilidad sobre la calle de Insurgentes y me encontré con Adriana, la contadora de una PYME exitosa. Después del saludo me preguntó: ¿Verdad que nuestra empresa no marcha mal? Por supuesto que no, le dije y abundé en conceptos elogiosos de mi cliente. No podía ser de otra forma. Siempre he considerado como las personas más inteligentes sobre la tierra a aquellos que se convierten en mis clientes.
Después de un rato, Adriana me planteó una pregunta que me dejó callado: ¿entonces, por qué nos dicen que vamos mal y no nos dieron aumentos en este enero? Si las cosas van mal, ¿por qué se fueron dos meses de vacaciones a Europa llevándose a toda su familia? Vaya que la contadora estaba enterada y razonaba muy bien. No intenté responder, me despedí apresuradamente.
En mi afán de promover mis servicios visitaba empresas donde se negaban a contratar un programa de capacitación u otro de consultoría, porque no había presupuesto, pero al frente en el garaje de la empresa estaba siempre el último modelo de BMW. Las prioridades no estaban bien definidas, no había coincidencia en aspiraciones personales y organizacionales.
Se dice que 3 de cada 10 empresas que inician no llegan más allá de 5 años. Sólo el 33% de las empresas que se inician logran terminar el primer año. El promedio de vida de las PYMES en México, según el INEGI es de 7.8 años.
Es triste que no se mejoren estos índices. Las PYMES proporcionan el 72% del empleo y, como es raquítica su productividad, su contribución al PIB es de apenas un 52%.
Con estos resultados han surgido una gran cantidad de estudios para solucionar la problemática de las PYMES. La mayoría se enfoca en capital insuficiente, mal manejo del flujo de efectivo, deficiente identificación del mercado adecuado para el producto o servicio que ofrece, tecnología no acorde con la actualidad y muchas otras. La básica: no saber cómo gestionar una empresa.
La mayor parte de quienes fundan una empresa se apoyan en el conocimiento de una especialidad, ya sea porque saben hacer un producto o brindar un servicio. Su fuerza reside en lo que aprendieron en la universidad, en el tecnológico o en la empresa donde trabajaban. El primer paso, frecuente, es el del autoempleo. Después viene crear una empresa.
Hace unos días la presidenta de la Bolsa Institucional de Valores (VIBA) declaró que era urgente “profesionalizar a las PYMES”. Allá lejos, en Monterrey, Máximo Vedoya, el presidente de CAINTRA, la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León, declaró: “La actividad industrial es clave para el crecimiento económico de cualquier país. La industria impulsa la innovación, el desarrollo económico y la movilidad social. Las PYMES son la base de CAINTRA, representan el 80% de nuestros socios y son el primer generador de empleo”.
Luego de sus primeras palabras dijo algo muy importante: “El gran desafío es que más PYMES se integren a las cadenas de valor y así aprovechar todo el potencial del Nearshoring”. Reforma del 22/03/2024.
En esto hay que pensar y abocarse a solucionarlo. Cada empresa grande que traslada sus operaciones a México requiere de proveeduría. No sería posible traerla toda desde sus países de origen, por ejemplo, de China o de cualquier país europeo. Recuerdo a una pequeña empresa metalmecánica experta en producir tornillos. Logró el contrato que la lanzó a la estratósfera cuando se convirtió en proveedora de una de las armadoras más grandes.
En CAINTRA se pusieron de ejemplo: “en el primer año de nuestro programa +PYMEX, 12 empresas tractoras hicieron compras incrementales por 600 millones de dólares a 3000 PYMES mexicanas”. Esa es la mecánica del progreso, la incorporación a la cadena de valor de alguna industria en particular.
De acuerdo con mis vivencias habría que preguntarse ¿por qué los pequeños y medianos empresarios no alcanzan a ver que la plataforma para impulsar sus empresas está en la profesionalización de su personal? ¿Por qué no comprenden que es preciso una labor tesonera de formación para lograr un desempeño al nivel del primer mundo?
Me canso de poner el ejemplo de las armadoras que están exportando gran cantidad de automóviles y tractocamiones a los Estados Unidos. Todo lo hacen con trabajadores mexicanos que han logrado los niveles de eficiencia requeridos mediante programas de capacitación. Además, su proveeduría es de PYMES. Todo ello a nuestro alcance.
En esta época ya es posible recurrir a la capacitación en línea para impartir esa formación que tanta falta hace a los trabajadores de una empresa. En la UNIVERSIDAD VIRTUAL CORPORATIVA es posible impartir conocimientos técnicos propios de cada industria y los que se refieren a habilidades blandas (soft skills). Éstas son las herramientas que cuajan en un clima organizacional que se caracteriza por orgullo de pertenencia a las empresas y consigue un ambiente de armonía y cooperación. Esto disminuye la rotación y, en especial, la pérdida de talentos.
Es la inversión más rentable, cada peso invertido en el personal rinde más que la posesión del último modelo de BMW y a la larga, le dará más estatus al empresario exitoso.
La clave está, no en impartir UN curso, sino en una formación de largo aliento. Es preciso darle a la formación más constancia a lo largo del año y de varios años. Es formar la clase de cultura organizacional que tanto admiramos en las grandes empresas exportadoras y que es factible lograr en las PYMES.
¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!
PLUTARCO: El cerebro no es un vaso por llenar, es una lámpara por encender.
[email protected]